Una receta casera y fácil de hacer, para devolverle la suavidad y la juventud a las manos, es la siguiente:
Necesitaremos:
- 1 mandarina
- 1/4 de taza de aceite de oliva
- 1 cucharadita de miel
- 1 taza de azúcar
Se echa una mandarina, sin quitar la piel, en la licuadora y se tritura. Se mezcla con 1/4 de taza de aceite de oliva, 1 cucharadita de miel y una taza de azúcar. Se frotan las manos y los brazos con esta mezcla. Se cubren los brazos y manos con toallas calientes y esperamos unos 20 minutos. Después se lava con agua calentita.
La mandarina es fantástica para reparar y rejuvenecer la piel de las manos resecas. El aceite de la mandarina ayuda a la absorción de vitamina A, lo cual protege la piel del daño provocado por los radicales libres.
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