El tronco de Navidad, como su nombre indica es un
postre tipicamente navideño. Los orígenes del tronco de Navidad son
Alemanes y de esas tierras frías se ha exportado con éxito a muchos
países de Europa.
Los rellenos del tronco son muy variados, en este caso le hemos puesto
una suave crema de nueces, pero también se puede rellenar de crema
pastelera de vainilla o nata montada azucarada. Las decoraciones
dependen del gusto personal.
Necesitaremos:
Para el bizcocho: 6 huevos, 200 gr. de azúcar, 180 gr. de harina, pizca de sal.
Para el relleno: 400 cc. leche, 3 huevos, 200 gr. de azúcar, 150 gr. nueces peladas, 2 cucharadas de maicena.
Para el calado del bizcocho: 100 gr. azúcar, 100 cc. agua, 50 cc. ron moreno.
Para la decoración: 20 gr. mantequilla, 300 gr. chocolate negro, 200 cc. nata.
Relleno.
Prepara la crema de nueces batiendo en la batidora
las nueces peladas con la leche. Pasa a un cazo y deja calentar unos
minutos, sin que llegue a hervir. Aparte bate los huevos con la maicena y
el azúcar. Añade al cazo con la leche y las nueces y, sin dejar de
remover, deja que la crema espese a fuego lento, hasta que cubra el
dorso de la cuchara. La crema no debe hervir en ningún momento.
Aparta y reserva en frío, en un tupper hermético, para que no coja olores del frigorífico.
Bizcocho.
Precalienta el horno a 180º. Monta con varillas manuales, batiendo
enérgicamente, o con una batidora de varillas eléctrico, los huevos y el
azúcar del bizcocho, hasta que doblen o tripliquen su volumen.
Añade poco a poco la harina mezclada con la sal y pasada por un cernidor
o colador. Remueve con una espátula con suavidad para evitar que la
masa pierda el aire. Vierte sobre una bandeja de horno cubierta de papel
sulfurizado engrasado ligeramente, formando una fina capa de masa, de
un centímetro. Repasa la superficie para que quede lisa, con el dorso de
una cuchara o una espátula.
Hornea a 180º inmediatamente, unos 10 minutos, o hasta que el
bizcocho empiece a tomar color. Saca del horno y deja reposar 2-3
minutos, para que temple un poco. Coloca un papel sulfurizado sobre la
mesa y coloca el bizcocho, boca abajo, sobre este. Ahora levanta con
cuidado el papel usado para hornearlo.
Ayudándote del papel de la base, enrolla el bizcocho con mucho
cuidado. Es muy importante que el bizcocho esté todavía caliente al
enrollarlo, para que no se rompa. Deja enfriar enrollado, para que coja
la forma deseada.
Una vez frío, desenrolla el bizcocho y moja, usando una brocha de
pastelería, con la mezcla de agua, azúcar y ron, para que quede tierno.
Rellena con la crema de nueces y enrolla de nuevo.
Calienta al baño maría el chocolate negro en trozos, removiendo hasta
que se derrita por completo. Añade la mantequilla en trozos y la nata y
sigue removiendo al calor, hasta que esté bien mezclado. Vierte la
cobertura de chocolate sobre el bizcocho, deja enfriar 5 minutos en
frío, y marca la superficie con un tenedor o un cuchillo, imitando la
corteza de un árbol.
Deja enfriar varias horas y decora a gusto.
Lo ideal es
dejarla reposar en frío 24 horas, para que los ingredientes se aúnen a
la perfección. Si quieres la puedes decorar con nata montada azucarada,
con hilos de chocolate blanco y hojas o figuras de mazapán.
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