Una vez hechas, las sopas, los caldos o algunos guisos caldosos, si se dejan enfriar demasiado tiempo en la misma olla en la que se han hecho, pueden acabar fermentando, convirtiéndose en comidas indigestas y no aptas para el consumo. Esto se sabe porque salen burbujas en la superficie. Para evitarlo, hay que introducir algo en la base del recipiente que haga que ésta y la superficie sobre la que repose, no estén en contacto. De esta forma, circulará el aire, y el calor se perderá más rápidamente.
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