Con el uso, algunas esponjas de baño cogen mal olor, pero están lo
suficientemente nuevas como para no tener que tirarlas y reemplazarlas
por otras.
Sí ese es tu caso, sigue nuestro siguiente truco casero y sabrás cómo quitar el mal olor de las esponjas y que éstas queden como nuevas.
Deja la esponja en remojo toda una noche en una mezcla que habrás
hecho con agua caliente y limón (2 vasos de agua por el zumo de 1
limón).
A día siguiente, tira la mezcla, escurre la esponja y colócala
durante 3 horas en remojo de agua salada (2 vasos de agua por 3
cucharadas de sal común).
Introdúcela junto al resto de tu colada (preferiblemente toallas) en
la lavadora y tendrás una esponja elástica y sin olor, como si la
estrenases en ese momento.
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