La cerveza es una bebida refrescante y sabrosa, pero podemos darle otros usos prácticos como por ejemplo:
Para apagar fuegos:
Si no tenemos a mano un extintor podemos hacer
uso de algunas cervezas. Latas o botellas. En caso de necesidad sólo hay
que agitar y rociar.
En la cocina:
Aparte
de refrescarnos mientras estamos cocinando también podemos utilizarlas
para ablandar la carne. Tranquilos porque no altera el sabor de la
carne, como sucede con caldos a base de vino o vinagre. Practica algunos
agujeros en la carne, ponla en una fiambrera o en una gran bolsa
hermética y añade la cerveza -la ale inglesa, una cerveza clara muy
alcohólica, es ideal para el buey-. Deja macerar algunas horas, mucho
mejor toda la noche. No te bebas el macerarado.
De pisapapeles:
Una cerveza llena puede servirnos de pisapapeles en caso de no disponer de uno y presentarse una ventisca.
Como abrillantador:
Gracias
a su acidez, a su contenido alcohólico y a la presencia de algunos
compuestos orgánicos activos debidos a la fermentación sirve para
abrillantar los objetos de cobre. Basta con verter un poco, dejar actuar
y secar con un trapo. Funciona bien con todas las ollas de metal
antiguas.
Para lavarse el pelo:
Vierte
250 ml en una olla y déjala hervir hasta que se reduzca a un cuarto. De
esta manera se elimina el alcohol, que podría resecarte el pelo. Deja
enfriar, luego mezcla con 250 ml de tu champú preferido. Ponlo todo en
una botella vacía y utilízalo como un champú normal. Tu pelo se volverá
más brillante y sano. Si no te gusta cocinar, prueba el champús a la
cerveza en el mercado.
Aflojar tuercas oxidadas:
Vierte encima un poco de cerveza y espera algunos segundos. La carbonatación contribuye a romper el óxido.
Para cocer al vapor:
Llena
una olla para cocer al vapor con agua y cerveza, a partes iguales, y
ponla a hervir. Cuece al vapor el marisco o los moluscos que quieras
hasta que se abran las conchas. Así de fácil. La cerveza les aportará un
gustillo especial.
Aliviar el cansancio de los pies:
Vierte
un par de latas frías en un cubo y sumerge tus pinreles. La cerveza
helada puede aliviar el cansancio de los pies, gracias al gas, a la
modesta cantidad de alcohol y a un conglomerado de sustancias que
favorecen la circulación.
Dominar mechones rebeldes:
Unas
gotas de cerveza pringan lo suficiente para dominar repentinas
rebeliones de cejas y mechones de pelo. Mójate el dedo índice y moldea
el mechón con naturalidad, como lo harías con tu gel fijador. Cualquier
espejo te alertará de la conveniencia del plan.
Espuma para el pelo:
Si tienes el pelo ondulado o rizado y se te ha acabado la
espuma del pelo, prueba con la siguiente solución: lávate el pelo como
siempre, quita el exceso de humedad con una toalla y, a continuación, échate un
poco de cerveza. No tienes que aclarar. Tu pelo quedará rizado, brillante,
suelto y, además, no se estropea.
Asar Pollo:
Para preparar el pollo borracho compra algunos
pollos medianos y 6 latas de cerveza. Bebe media lata, corta la parte
superior del envase y añádele una cucharita de pimienta y un decilitro
de salsa Worcestershire, 2 cucharas de caldo de cangrejo y una cucharada
de salsa criolla -todo lo encuentras en tiendas especializadas en
comidas de todo el mundo-. Luego coloca la lata en el pollo y ponlo de
pie sobre la barbacoa. Al evaporarse, la mezcla embadurnará el pollo de
sabor. La cocción requiere aproximadamente una hora.
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