Mascarilla de leche: Hierve un poco de leche, diluye en
ella una aspirina y deja que repose. Cuando llegue a temperatura
ambiente, aplica con un algodón la mezcla por tu rostro, insistiendo en
las zonas con más acné. Tras 10 minutos, retira con agua fría.
Mascarilla de zanahoria: Pica la zanahoria y bátela
junto a una clara de huevo hasta que quede un puré. Aplica la mascarilla
sobre el rostro y deja que actúe unos 30 minutos. Después, aclara con
agua.
Crema de miel: Con dos cucharadas de miel y una de
zumo de limón puedes hacer una crema con propiedades regenerativas. Haz
una buena mezcla y aplica el resultado en las zonas más afectadas por el
acné. Deja que actúe durante unos minutos y verás la diferencia, un
antibiótico natural que te ayudará a cicatrizar las pequeñas marcas.
Mascarilla de ajo: Necesitarás un poco de manzanilla
para infusiones, harina de avena y dos dientes de ajo. Pon a hervir
medio litro de agua y añádele dos cucharadas de manzanilla y los dientes
de ajo.
Cuando hierva, añade la avena, retira del fuego y mezcla bien hasta
que espese y quede una pasta. Aplica sobre el rostro esta mascarilla
durante unos 20 minutos. Después, retira con agua tibia e inmediatamente
después lava con agua fría.
Crema de lechuga: Nunca creíste que con una lechuga
podrías luchar contra el acné ¿verdad? Primero debes lavar las hojas de
lechuga y sin escurrirlas, ponlas en la batidora. Bate hasta que
consigas una pasta sin grumos.
Con la cara bien limpia, aplica la mascarilla sobre las zonas donde
tengas acné o sobre el rostro entero. Tras media hora, retira la
mascarilla y aplícate una loción ligera que hidrate tu rostro como agua
de avena o de rosas.
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